En su quinto aniversario (1995)la RCP plantea consolidar un ciberespacio sin barreras.
Los problemas en tierra pueden ser infinítamente más angustiosos que los del ciberespacio. José Soriano, autor del artículo, en mangas de camisa, junto con su padre, el legendario arquero del mismo nombre, y su hermano menor, Julio, en fotografía con final feliz. Julio fue uno de los rehenes de la residencia del embajador de Japón, noticia que causó tal impresión en su padre que le provocó un infarto cardíaco. En vísperas de Navidad, Julio fue liberado, y pocos días después, su padre salió caminando del hospital. CARETAS los encontró en Miraflores cuando ya todo había pasado.
Por José Soriano M.*
CINCO años han pasado desde que los primeros 15 peruanos mandaron su primer mensaje desde la recién fundada asociación sin fines de lucro Red Científica Peruana. Con sólo 3,000 dólares, una computadora 386, cuatro modem y muchísima voluntad, decenas de peruanos nos lanzamos a la aventura de construir un modelo cooperativo, que permite hoy a casi 7,000 asociados ser propietarios de un patrimonio mayor a los 2 millones de dólares, y un modelo probado y admirado en todas las latitudes, que nos llena de orgullo.
Son 80,000 cibernómades quienes conforman nuestra red nacional, un infoducto nacional que permite integrar nuestra nación más allá de nuestras fronteras físicas, consolidando nuestras culturas e idiomas. Algo más de 15,000 llamados telefónicos diarios, 260 web nacionales que reciben algo más de seis millones de visitas por mes, 151 listas de interés con más de 26,825 personas inscritas en todos el mundo, atestiguan lo valioso de la información peruana y el notable desarrollo que hemos logrado en este último año.
Los nodos concentradores distribuidos en Trujillo, Tacna, Pasco, Arequipa, Iquitos, Cajamarca y Cusco son los primeros ya operativos. Pronto estarán conectados Lambayeque, Ilo, Tumbes y Puno. Esperamos poder contar en 1997 con puntos de presencia distribuidos en todos los departamentos y comenzar con la interconexión de las provincias y los distritos.
Las cabinas públicas son el eje fundamental de un desarrollo autosostenido y autónomo en una realidad donde no existe la infraestructura necesaria para seguir creciendo y lleve esta herramienta de desarrollo a la mayoría de los peruanos. Por ello esperamos instalar 30 cabinas públicas propias y 300 autónomas en el curso del próximo año.
Podríamos abundar en la estadística y en los ejemplos, pero como para muestra basta un botón, creemos que hemos demostrado que un modelo distinto es posible y que en el Perú, lo estamos construyendo, haciendo camino al andar.
La falta de políticas del Estado que apoyen este tipo de desarrollo, como se está haciendo en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica; y las exageradas tarifas de telecomunicaciones que acompañan la inconducta de la empresa monopólica dominante, que se resiste a cumplir las leyes y regulaciones nacionales, retrasan una mayor participación de los peruanos en la globalización, pero nos han hecho fuertes ante la adversidad.
SUPERAUTOPISTA O INFODUCTOS
Signo de los tiempos: todos los días recibimos informaciones diversas acerca de un concepto llamado "Autopistas de la Información". Cada vez más extraño. Se trata de algo que no se se sabe muy bien qué es, pero suena a moderno y vende, resulta comercial.
El concepto de autopista de información ("information superhighway") fue acuñado por el vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, para designar los servicios de telecomunicación de la próxima generación basados en tecnologías hoy conocidas como Internet. El nombre surgió como un homenaje a su padre quien hace algunas décadas presentó ante el Congreso de los Estados Unidos el proyecto de carreteras terrestres que integraron el territorio de dicho país.
Una red mundial adaptada a las necesidades del nuevo comercio globalizado y con la tentación de imponer un pensamiento único, aculturado, que favorece los intereses de las grandes multinacionales. Pero la globalización de las relaciones internacionales, basada en la explosión de los mercados financieros y las redes de información, "verdaderas columnas vertebrales de la sociedad moderna", encierran también una oportunidad de desarrollo.
Si somos capaces de pensar en Internet no sólo en términos de lucro, tal vez estemos frente a una oportunidad única en la historia. Si logramos adaptar estas nuevas tecnologías a nuestras necesidades de desarrollo y establecer diferencias competitivas para nuestras empresas, universidades, colegios y organizaciones de base, puede ser que tengamos una oportunidad en nuevos escenarios mundiales.
Por primera vez en la historia de la humanidad, la inteligencia de la información no está sólo en manos de quien la emite, sino que estará en manos de quien la recibe. El usuario tendrá la capacidad de elegir qué recibe, cuándo y en qué tipo de soporte final. Lo más importante es que cualquier persona tiene la capacidad de producir y poner información en esta red mundial en igualdad de condiciones.
Lo que cualquiera puede hacer en Internet desde su casa, convertirse en un nómada recorriendo territorios y laberintos borgianos sin jamás perderse. Recorrer varias tiendas para comprar artículos siguiendo los consejos y explicaciones de expertos vendedores. Enviar y recibir faxes. Examinar su historial médico para recordar el nombre de esa medicina que tiene que comprar. Aprender cualquier lengua del planeta recibiendo clases personales de nativos de otro país. También puede hacerse desde el Perú. Debemos aprender a construir masivamente los infoductos que provean nuestra información al mundo. Vale la pena intentarlo.
Si no lo abordamos como proyecto estratégico no tendremos ningún lugar ni como país, ni como instituciones, ni como personas en los nuevos escenarios. De eso podemos estar seguros.
Pero todo esto que ya se ha logrado puede perderse. Las multinacionales de telecomunicaciones están estableciendo estrategias que les devuelvan la propiedad absoluta de los medios. Los monopolios buscan expulsar del mercado a quienes puedan significar competencia. El libre mercado mal entendido enfrenta proyectos autogestionados, autónomos y autofinanciados de aplicación intensiva para el desarrollo, con grandes multinacionales de recursos casi ilimitados ejecutando políticas de perro del hortelano.
En el Perú existen actualmente algo más de 1'400,000 teléfonos y poco menos de 465,000 computadoras en los hogares. Para el año 2000 el crecimiento anunciado es el doble de teléfonos y un aumento anual de 60,000 computadoras.
Esto quiere decir que, de aceptar el modelo propuesto por las multinacionales, para el nuevo siglo menos del 5 por ciento de los peruanos podrán navegar "autopistas" que serán propiedad exclusiva de las empresas de telecomunicaciones, orientadas hacia el exterior, y buscando ganancias de corto plazo siguiendo el modelo de la televisión.
Los infoductos, término que me parece más apropiado, acuñado en Europa hace 8 años, son y serán propiedad de la gente. Por eso en la RCP-IP seguiremos "haciendo junto con la gente, Perú al andar".
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*José Soriano es Coordinador General de la Red Científica Peruana.
sábado, 25 de noviembre de 2006
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